El uso de cubrebocas se ha vuelto obligatorio para personas mayores de seis años, esta medida de seguridad es una de las precauciones que se han tomado para evitar más contagios. Sin embargo, esta nueva norma ha traído consigo un problema: la irritación en la piel. Esto se debe a que los cubrebocas más comunes están hechos de materiales poco transpirables y sus bandas elásticas se clavan en la piel. Para que sean efectivas, deben llevarse ajustadas, y su uso prolongado puede llegar a provocar enrojecimientos e irritación.
Para minimizar estos inconvenientes es necesario mantener una rutina diaria del cuidado de la piel, tanto de día como de noche. Recuerda que también es recomendable lavarte la cara después de usarlas, ya que el calor y la humedad pueden obstruir los poros y provocar granitos y puntos negros.
Puedes usar agua y jabón suave, pero si tienes la piel sensible te recomendamos que utilices agua micelar. Sea cual sea el limpiador facial que elijas, asegúrate de que este contenga calmantes e hidratantes, incluso puedes incluir un tónico facial suave para darle una sensación refrescante a tu piel.

Para combatir esta irritación es muy importante tener la piel hidratada, ya que, bajo los cubrebocas, la piel no respira y se vuelve áspera. Es preferible no utilizar maquillaje sobre la zona que quedará cubierta por el cubre bocas, pero si decides hacerlo, lo mejor es usar muy poco para permitir que tu piel respire. Además, es fundamental que te apliques crema hidratante con protección solar, ya que la piel no está tan protegida de los rayos del sol como pensamos.

Ahora que los cubre bocas se han convertido en un accesorio obligatorio, recuerda elegir la mejor opción para tu piel, te recomendamos los de algodón, ya que son más transpirables y si no es así, no olvides de mantenerla limpia y sustituirla por otra cada vez que notes que se humedece la parte interior.