Con la llegada del verano empezamos con el uso de sandalias y nuestros pies quedan al descubierto, pero con la falta de cuidado, el uso de un calzado inadecuado, y la deshidratación durante todo el año, la capa externa de los pies empieza a secarse y con el paso del tiempo hace que la piel comience a ponerse dura, desgarrándose y generando grietas que pueden llegar a provocar sangrado y dolor.
Para evitar llegar hasta este punto y mantener unos pies bonitos y saludables debemos seguir algunas recomendaciones como, por ejemplo:
- Beber entre 1.5 litros o 2 diarios. mucha agua. (Entre 1,5L y 2L diarios).
- Hidratarse los pies a lo largo de todas las épocas del año, sobre todo si se sufre de alguna enfermedad metabólica como la diabetes.
- Usar un zapato cómodo y adecuado a la actividad que vayamos a realizar con una buena amortiguación para reducir la presión sobre la zona.
- Llevar una dieta saludable rica en nutrientes y vitaminas.
- Mantener unos buenos hábitos de higiene en los pies.
- Visitar al podólogo una vez al año para que revise el estado de nuestros pies y pueda detectar alguna patología.

Si en tu caso la sequedad y las grietas ya han llegado a tus talones, no te preocupes, aún te puedes deshacer de ellas y lucir unos pues perfectos este verano.
Algunas de estas opciones son:

- Probar con algún remedio casero, como aplicar un poco de miel o manteca de karité en los talones y envolverlos con film osmótico para rehidratarlos.
- Meter los pies en agua caliente con un poco de jugo de limón para reblandecer las durezas.
- Realizar una mascarilla de plátano y aplicarla en la zona.